Inspiración

Sombra de lo eterno que ya no me saludas,
has perdido de repente el atajo que te llevaba
hacia mi.
sabes mejor que nada
que aun te canto muchas veces.

Figura delgada de mi afonía crónica,
que solías venir a gritarme fuertes inquietudes
de despertar,
ya no sé donde te perdiste….

Reflejo tuyo que en el recuerdo persiste,
echo de menos tu dedo acusador ante mi pérdida,
pero no seré yo, en este instante débil,
quien suba los peldaños que llevan tu nombre.

 ! Cuantas noches he masticado tu presencia!

Ramificación de todas las arterias de mi cuerpo,
efímera sensación que me dejabas de estar sola.

Ya no sé como escribirte siempre,
que necesito el polvo negro de tu noche
atormentada.
Tú sabes mejor que una apariencia,
que esta oscuridad de no tenerte,
ya no pertenece al cantar de ahora,
y ya ves, mira tú por donde,
aun te lloro, todavía.

Con los años me he vuelto voltereta,
ya no me divierte tanto sentarme en los infiernos
para ver caer a las almas.,
O bien porque ya me he cansado,
de ir resbalando por escalones.

! Estas pulsaciones que suben y bajan alto!

Porque siempre he sido
mas allá de todo lo que es mío,
un raro intento de espíritu
empeñado en continuar.

A veces me echo de menos.

Y si me siento sola,
no es culpa mía,
sino de estos callejones no transitados,
en los cuales contemplo promesas.

Me veo dibujando ausencias cuando pienso.

Con los años estas impresiones de Otoño sin luz,
frío, como el fondo de cada una de mis venas,
me dejan todavía danzar en las charcas
con esperanzas de retorno.